28 de diciembre de 2012

Capitulo 12.

Nos volvimos a sentar en el pasillo. Habremos esperado una hora maso menos, hasta que volví a escuchar mi nombre, por tercera vez. Nos paramos, y nos dirigimos al consultorio.
- Buenas tardes -dijo, otro doctor.
No era el mismo que nos atendió antes, y este tenía cara de preocupación.
- Buenas tardes - dijimos a la vez.
- Tengo los resultados -hizo una pausa, y mi corazón se freno.
- ¿Malos? -pregunto él.
- No lose todavía, anemia no tenes, pero tendremos que esperar los resultados de mañana, -dijo con cara de preocupación-
Iba a decir algo pero el doctor continuo hablando. - Ahora te voy a realizar una ecografía -dijo y me recosté sobre la camilla.
¿Qué esta pasando? Una lágrima recorrió mi rostro, pero la seque rápidamente.
El doctor colocó sobre mi vientre, un líquido frío. En la pantalla salió la imagen, pero totalmente negra, no se veía nada. ¿Embarazo? No.
- No esta embarazada -dijo, y su cara de preocupación, empeoro aún más.
- ¿Eso es malo? -pregunte, quería llorar.
- No lo sabemos, tendremos que hacerle análisis urgentes
- ¿Por?
- No puedo decirle señora, cuando tenga los resultados se lo diré.
- ¿Cuándo van a estar esos resultados? -pregunto Pedro.
- Mañana mismos podrán retirarlos -dijo él doctor, entregándome un trapo para secar el líquido.
- ¿A que hora podemos retirarlos? -dije, parándome de la camilla, y caminando a la puerta de salida.
- Al mediodía -dijo y nos retiramos de allí.
No quería volver al hospital otra vez, juro que no quiero volver a este lugar.
- ¿Paz? -dije.
- En lo de tu mamá -dijo, y sentí como su mano rodeo mi espalda, apoye mi rostro en su pecho y así salimos del hospital.
- ¿Se queda a dormir ahí?
- Si -dijo él- Tranquila, tu mamá me dijo que tenía ropa allá, y que mañana la llevaba al jardín -agrego.
- Gracias por estar
- Siempre voy a estar -me abrazo aún más fuerte, y beso mi cabeza.

...
Al otro día...

Pedro.
Entre al hospital, solo porque Pau no quería venir. Me dirigí a la recepción, y le pregunte a una de las enfermeras donde retiraba los estudios.
- Buenos días -dijo ella, amablemente.
- Buenos días -dije- Vengo a retirar unos análisis de sangre
- ¿Nombre completo? -Pregunto ella
- Paula Chaves -dije.
- ¿Usted es el marido?
- Si -sonreí.
- Tome son estos -dijo, y me entrego el sobre.
- Muchas gracias -dije, con una leve sonrisa.
- Denada, antes que lo olvide el doctor dijo si pueden venir mañana a las 15 -dijo ella.
- Mañana vendremos -dije y me retire de allí.
Salí y camine hacia el auto, abrí la puerta. Llegue a la puerta de casa, aún seguía sentado en el auto, con el sobre en mis manos, la cuestión era ¿Abrirlo o no abrirlo? Quería saber que decía, así que lo abrí.
Al leer lo que decía mis ojos se tornaron borrosos, sentí como mi corazón se rompía poco a poco.
Apoye mi cabeza contra el volante, y las lagrimas no tardaron en recorrer mi rostro, pálido y frío.
¿Lo que decía allí era verdad? o simplemente era un horrendo sueño.





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